Indra ha sellado una nueva alianza estratégica con la alemana Rheinmetall para el desarrollo conjunto de vehículos blindados, ampliando su colaboración más allá de la electrónica de combate en los tanques Leopardo. Este movimiento se produce en el contexto de la Feria Internacional de Defensa y Seguridad (Feindef 25) en Madrid, y en un momento clave: ambas compañías están implicadas en la puja por la adquisición de Iveco Defence Vehicles (IDV), filial militar de Iveco, cuyo precio podría superar los 1.400 millones de euros.
La operación tiene implicaciones directas sobre el posicionamiento de Indra como integrador industrial en defensa terrestre. Bajo el liderazgo de José Vicente de los Mozos, la compañía española busca sumar capacidades mediante alianzas y adquisiciones, con el objetivo de evolucionar desde una empresa tecnológica hacia una compañía con capacidad industrial, especialmente en la producción de pequeñas series, vital en el entorno OTAN. No es secreto que el complejo militar, el tecnológico y el industrial están estrechamente relacionado.
Situación bursátil de INDRA:Desde el punto de vista bursátil, Indra cotiza actualmente en torno a los 29 euros por acción, con una capitalización cercana a los 5.100 millones de euros. Su evolución en los últimos años ha sido positiva, impulsada por su transformación hacia el sector defensa y sus contratos clave en digitalización y sistemas militares. No obstante, la acción cayó un 1,72% tras anunciarse la posible adquisición de IDV, reflejo de la cautela de los inversores ante operaciones de gran envergadura.
Sin embargo, desde TradingPRO, toda corrección que dibuje la vemos interesante, porque consideramos que estamos en un mercado secular aun joven. Y el movimiento es muy potente para el medio plazo, así como la inversión de 800.000 millones que hará la UE para el ejército común.
Por su parte, Rheinmetall, con sede en Düsseldorf, ha sido una de las grandes ganadoras del nuevo ciclo geopolítico. Su capitalización bursátil supera los 18.000 millones de euros, tras haber duplicado su valor desde 2022 gracias al fuerte aumento del gasto en defensa en Europa. Sin embargo, tras conocerse la puja por IDV, sus acciones retrocedieron un 5,90% evidenciando, de nuevo, la sensibilidad del mercado ante adquisiciones ambiciosas.
Ambas compañías apuntan ahora a consolidar un polo europeo de defensa terrestre capaz de competir a escala global, con el respaldo de Bruselas y una clara voluntad de integrar capacidades industriales estratégicas.