
Amigos, esto es algo que debemos comprender a fondo:
El impulso actual del mercado proviene de apenas una decena de compañías, todas vinculadas a la inteligencia artificial.
Estas empresas están generando expectativas desmesuradas sobre beneficios futuros, a pesar de que sus resultados reales no reflejan esas promesas. Además, han comenzado a coordinar estrategias de comunicación y promoción entre ellas mismas, creando una ilusión de crecimiento que no se sostiene por fundamentos sólidos.

La situación es extremadamente riesgosa. Puede que la burbuja no sea comprable con la que vivimos en los años 2.000 con las punto com, pero desde luego puede existir burbuja en algunas empresas o sectores relacionados con la IA.
Incluso si damos por válidas las proyecciones que presentan —y eso ya es mucho decir— los inversionistas deben entender que esos escenarios son prácticamente inalcanzables, al menos por una década o más.
No contamos con la capacidad energética necesaria para alimentar los centros de datos que serían requeridos para alcanzar los niveles de productividad que estas compañías prometen.
Y si, por alguna razón, llegaran a transformar la sociedad en la medida que afirman, las consecuencias serían claras: menos empleos disponibles y costos de energía significativamente más altos.
Aun así, continúan impulsando los mercados hacia arriba día tras día. Ayer mismo, ocho de los once sectores —es decir, cerca del 80 % de las empresas del índice— cerraron en negativo.
¿Pensáis que se vendrá un pinchazo en los siguiente años?