Scott Bessent, el que será nuevo secretario del Tesoro (o ministro de economía) de EEUU, ha dejado varios titulares en sus últimas intervenciones que conviene analizar, ya que marcarán la tendencia macro de los próximos años.
Su política girará en torno a la siguiente base:
-- Primero, reducir el déficit presupuestario al 3% del PIB para 2028.
-- Segundo, lograr un crecimiento económico real del 3% anual. Esto se hará, principalmente, mediante políticas de desregulación.
-- Tercero, aumentar la producción de energía en EEUU en 3 millones de barriles de petróleo por día.
A esta política, la llama la regla de 3, inspiradas en las reformas económicas del ex primer ministro japonés Shinzo Abe y sus "3 flechas".
Entendiendo este contexto, vamos a analizar su primer gran discurso ante el Comité de Finanzas del Senado esta semana:
"EEUU se enfrentará a una calamidad económica si no se renuevan los recortes fiscales de Trump de 2017"
Mensaje claro para prorrogar la rebaja fiscal implantada por Trump y guiño para posibles nuevos recortes de impuestos. El más sonado puede ser bajar el impuesto de sociedades al 15%, lo que fomentaría la inversión y, por su puesto, ha todo el entramado de WallStreet, ya que los beneficios por acción podrían subir entre un 4 y 5%.
"Los aranceles pueden NO ser inflacionarios porque si el precio de una bien sube, a menos que le demos más dinero a la gente, entonces éstos tendrán menos renta disponible para gastar en otras cosas, por lo que no habrá inflación neta"
Según Bessent, mientras se controle la política fiscal y monetaria, los aranceles no tienen porqué impactar en los precios. A pesar de no ser proteccionista, el Secretario del Tesoro piensa que las tarifas pueden ser una respuesta puntual a ataques comerciales de otros países. Estas declaraciones parecen ir dirigidas a contentar al presidente y su línea de actuación.
"El problema de déficit no viene por la baja recaudación fiscal si no por el excesivo gasto"
La apuesta económica de la nueva administración parece digiriga a cortar gasto público, a diferencia de la primera etapa de Trump. Figuras como Elon Musk serán claves en este aspecto. A día de hoy, el balance fiscal asusta:
"China es la economía más desequilibrada en la actualidad. Están en una recesión/depresión severa. Es posible que tengan una desinflación del -4%"
Si nos fijamos en su mercado de bonos, parecen claros los desequilibrios en China. Los bonos gubernamentales a 10 años de China rinden un 1,65%, su "tasa de política monetaria a un día" se sitúa en el 1,5%, su desplome inmobiliario continúa (los bonos Vanke 2025 colapsaron esta semana) y la tasa a un día acaba de subir al 16%. Problemas gordos.
China es el único país que ve como sus rendimientos se hunden:
Sin embargo, para mi, la que fue la declaración más destacadas durante su audiencia fue su firme postura en contra de la creación de una moneda digital emitida por banca central (CBDC). Según afirmó, no considera necesaria la implementación de un dólar digital en Estados Unidos. Argumentó que una CBDC no aportaría beneficios significativos al sistema financiero y que sólo incrementaría el control ciudadano.
“En mi opinión, una moneda digital de banco central es para países que no tienen otras alternativas de inversión. No veo ninguna razón para que EE. UU. tenga una moneda digital de banco central.”
En resumen, una agenda ilusionante y con muy buenas bases. Veremos si no choca con los planes de Donald Trump y realmente puede aplicar los cambios que quiere. Sería un ejemplo para el mundo en esta dinámica de deriva colectivista.