Mientras el mercado de bonos y las bolsas de valores contienen la respiración, las grandes casas de análisis de Wall Street ya han puesto sus fichas sobre la mesa.
La inminente decisión de la Reserva Federal sobre los tipos de interés no es solo una cuestión de si se suben, bajan o se mantienen, sino que se ha convertido en un complejo ejercicio de decodificación.
JP Morgan, en un análisis que se ha convertido en un "plan de juego" para los traders, ha desglosado los escenarios con una precisión matemática que revela mucho sobre la psicología del mercado actual.
Las Apuestas de Wall Street sobre la Mesa
El consenso, que se acerca a la mayoría, apunta a un recorte de 25 puntos básicos, un movimiento que el mercado ya ha descontado en su mayor parte. La verdadera incertidumbre reside en el matiz del mensaje de Jerome Powell. El escenario más probable, con un 47.5% de probabilidades, es un recorte acompañado de un discurso dovish (expansivo), lo que sugiere que podrían venir más recortes en el futuro si la inflación se mantiene bajo control. En este caso, el S&P 500 vería un impulso al alza de entre el 0.5% y el 1%.
No muy lejos, con un 40%, se encuentra el escenario de un recorte de la misma magnitud, pero con un mensaje hawkish (restrictivo), que indicaría cautela sobre la senda futura de la política monetaria. Esto frustraría las expectativas de los inversores y podría dejar al S&P 500 plano o con una ligera caída.
Los escenarios extremos son los que revelan el pánico latente:
Un recorte agresivo de 50 puntos básicos (7.5% de probabilidad) sería interpretado como una señal de pánico de la Fed ante una recesión inminente, lo que podría generar una volatilidad extrema, con el S&P 500 oscilando salvajemente.
Una ausencia de cambios (4% de probabilidad) o, en el peor de los casos, una subida de tipos (1% de probabilidad), sería visto como una señal de que la Fed teme un repunte inflacionario descontrolado, provocando una venta masiva y un desplome del mercado. El Lenguaje de Jerome Powell: La Clave Escondida
La lección que se extrae de estas proyecciones es que el mercado ya no opera solo sobre los números.
El precio de los activos se formará no por la magnitud del recorte, sino por el "lenguaje corporal" de la Fed. Los inversores estarán analizando cada palabra de Powell en busca de la "guía futura" sobre la senda de los tipos. Un solo comentario sobre los datos de empleo o la solidez del consumo podría ser más influyente que cualquier decisión sobre los tipos.
La conclusión es clara: la liquidez y las expectativas de liquidez futura son el motor que mueve a los mercados. Y hoy, esas expectativas dependen por completo de la interpretación que Wall Street haga del mensaje de Jerome Powell. La partida de ajedrez entre la Fed y los mercados acaba de empezar, y cada movimiento es tan importante como cada palabra.