
A los 95 años, Warren Buffett se despide de su puesto al frente de Berkshire Hathaway y deja la dirección en manos de Greg Abel. En su mensaje de ocho páginas, resume con serenidad su visión y legado:

Liderazgo
Greg Abel asumirá la dirección general a finales de este año.
Buffett dejará de escribir sus tradicionales cartas anuales y de participar en las extensas asambleas de accionistas.
Mantendrá el contacto con los inversores mediante breves mensajes cada Día de Acción de Gracias.
Orígenes y fortuna
Reconoce que su vida en Omaha influyó profundamente en su forma de pensar y en las conexiones que forjó.
Atribuye buena parte de su éxito a la suerte más que al talento.
Acepta que el paso del tiempo acaba imponiéndose, aunque sigue trabajando todos los días con entusiasmo.
Envejecimiento y salud
Se muestra agradecido por su longevidad, pero consciente de sus limitaciones.
Afirma que los médicos y la buena suerte lo han salvado en más de una ocasión.
Considera el envejecimiento una etapa natural: hay que seguir adelante mientras uno pueda aportar valor.
Acciones y legado filantrópico
Ha acelerado las donaciones en vida a las fundaciones de sus hijos.
Desea que la mayor parte de sus acciones de Berkshire se destine a causas benéficas.
Mantendrá un pequeño bloque de acciones clase A hasta que los accionistas confíen plenamente en Greg Abel.
Cultura corporativa y gobierno
Advierte a los consejos directivos sobre la importancia de detectar la pérdida de claridad mental en los líderes.
Cree que la transparencia salarial de los CEO ha despertado más envidia que prudencia.
Reitera que la esencia de Berkshire es la integridad, la independencia y la confianza mutua con los accionistas.
Futuro de Berkshire
Se muestra optimista sobre la estabilidad y solidez de la compañía.
Reconoce que su tamaño limita el potencial de crecimiento.
Aconseja a los inversores mantener la calma ante caídas importantes y no perder la fe en Estados Unidos ni en Berkshire.
Reflexiones personales
Aprender de los errores y seguir adelante es fundamental.
Elegir buenos modelos a seguir marca la diferencia.
Vivir de manera que uno se sienta orgulloso de lo que dirá su obituario.
Dos lecciones finales
Ser amable no cuesta nada y vale mucho.
La persona encargada de la limpieza merece el mismo respeto que el presidente.
Esta despedida no gira en torno al dinero, sino al carácter. Buffett deja el escenario con la misma sencillez y serenidad con que construyó su legado: con humildad, humanidad y coherencia.