Trump endurece su postura con Putin

En un giro inesperado pero calculado, el expresidente Donald Trump ha recortado drásticamente el plazo otorgado al Kremlin para mostrar avances concretos hacia un acuerdo de paz en Ucrania.

Lo que antes eran 50 días se ha reducido ahora a un margen de apenas “10 o 12 días”, según declaraciones recientes del exmandatario, quien advirtió que, de no haber progreso, Estados Unidos impondrá un nuevo paquete de sanciones económicas, además de posibles aranceles secundarios dirigidos a países que mantengan relaciones comerciales con Rusia.

Desde Escocia, donde se encuentra reunido con el primer ministro británico Keir Starmer y otros líderes europeos, Trump dejó clara su impaciencia.

“No hay motivo para seguir esperando”, afirmó, al tiempo que condenaba los últimos ataques rusos sobre centros urbanos en Ucrania.

Sus palabras reflejan una creciente frustración ante la falta de avances en las negociaciones y una clara señal de ruptura con la actitud más contenida que había adoptado anteriormente.

Además de expresar su descontento con Vladímir Putin, Trump hizo hincapié en la disposición de Washington a actuar de forma inmediata si el Kremlin no muestra voluntad real de avanzar hacia la paz.

La amenaza de sanciones más severas marca un endurecimiento significativo en la política exterior estadounidense, justo cuando los mercados internacionales observan con cautela el estancamiento diplomático y el riesgo de una escalada prolongada del conflicto.

Para los inversores y actores globales, el mensaje es claro: la ventana para una solución negociada se estrecha, y las consecuencias económicas —incluyendo impactos en comercio, energía y geopolítica— podrían ser inminentes si no se revierte la actual inercia diplomática.