Por primera vez desde finales de enero, ASML Holding NV ha detenido por completo su programa de recompra de acciones, marcando un punto de inflexión en una estrategia que hasta ahora se había mantenido constante durante buena parte del año.
La pausa llega tras una semana de actividad reducida en este frente, lo que podría interpretarse como un movimiento táctico más que un cambio de rumbo estructural.
La compañía neerlandesa, considerada una de las piezas clave en la cadena global de semiconductores, mantiene aún un amplio margen de maniobra: su plan de recompra vigente —que se extiende hasta 2025— le permite adquirir hasta €12.000 millones en acciones propias.
Hasta la fecha, ha ejecutado aproximadamente la mitad de esa cifra, incluyendo las compras destinadas a cubrir programas de compensación para empleados.
Aunque la interrupción puede generar interrogantes entre los inversores, no necesariamente es motivo de preocupación. En tiempos donde la visibilidad macroeconómica sigue siendo limitada y la industria tecnológica atraviesa una fase de normalización tras años de crecimiento acelerado, preservar liquidez puede leerse como un ejercicio de prudencia financiera.
Sin embargo, para algunos analistas, el argumento a favor de seguir recomprando sigue siendo convincente. Con un precio que muchos consideran por debajo de su valor intrínseco, y una posición dominante en el mercado de litografía ultravioleta extrema (EUV), ASML continúa siendo percibida como una compañía estructuralmente infravalorada.
En sus resultados más recientes, correspondientes al segundo trimestre de 2025, la firma reportó ingresos por €6.9 mil millones, con un margen bruto del 51%, y cerró con una sólida posición de caja.
La moderación en la demanda no ha alterado su hoja de ruta a largo plazo, que sigue anclada en la expectativa de un fuerte repunte del mercado a medida que avancen los ciclos de inversión en inteligencia artificial y automatización industrial.
Por ahora, la atención se centrará en las decisiones que tome la compañía en las próximas semanas: si la pausa en las recompras es apenas una nota a pie de página o el prólogo de un cambio más profundo en su política de retorno al accionista.