China proyecta necesitar más de 10.000 toneladas de plata para 2025, lo que representa más del 40% del suministro anual de las minas a nivel mundial. Y esto se refiere únicamente a la demanda industrial.
La plata es un recurso crucial en la industria, con más de 10.000 aplicaciones esenciales que la convierten en un componente indispensable en nuestra vida diaria. Su demanda es inelástica: su importancia y su bajo precio hacen que sea difícil reducir su consumo, incluso ante fluctuaciones económicas.
En 2024, se registró el quinto año consecutivo de déficit en el mercado de la plata, con una diferencia entre oferta y demanda de 182 millones de onzas (equivalente a 5.660 toneladas métricas). Los inventarios están prácticamente agotados, y la producción no puede acelerarse debido a las limitaciones actuales.
Además, los precios bajos de la plata en años recientes han desincentivado la apertura de nuevas minas. Hoy en día, casi no existen minas dedicadas exclusivamente a la plata, y poner en marcha nuevas operaciones podría tardar entre 5 y 10 años.
En términos de demanda, el consumo industrial de plata creció un 7% en 2024, superando por primera vez las 700 millones de onzas. Este aumento, combinado con el déficit sostenido, plantea la gran pregunta: ¿hasta dónde podría llegar el precio de la plata?
Este elemento, vital e insustituible para la industria, parece encaminado a un futuro de precios crecientes y una atención global renovada.