La situación actual de la deuda en Estados Unidos refleja niveles históricos preocupantes:
Deuda total de los hogares: Ha alcanzado un récord de 17,9 billones de dólares, marcando un aumento significativo en los compromisos financieros de las familias.
Hipotecas: El saldo total de las hipotecas también está en un máximo histórico, con 12,6 billones de dólares.
Préstamos para automóviles: Se registra un récord de 1,6 billones de dólares, reflejando una fuerte dependencia del financiamiento para adquirir vehículos.
Préstamos estudiantiles: Este segmento ha alcanzado un tope de 1,6 billones de dólares, destacando la creciente carga económica de la educación superior.
Deudas de tarjetas de crédito: Han escalado a 1,2 billones de dólares, una cifra sin precedentes.
Evolución preocupante de la deuda: En los últimos 10 años, la deuda total de los hogares ha aumentado en un 56%, mientras que la deuda de tarjetas de crédito ha crecido un 53% solo desde 2020, un salto alarmante en un periodo relativamente corto.
Impacto en las tasas de morosidad: Las tasas de impago de las tarjetas de crédito y los préstamos para automóviles han alcanzado también cifras récord, lo que evidencia las dificultades de muchos consumidores para cumplir con sus obligaciones financieras.
El trasfondo económico: Los consumidores parecen estar utilizando cada vez más el crédito como herramienta para hacer frente a la inflación persistente, lo que los está llevando a niveles de endeudamiento insostenibles. Esta estrategia, aunque puede ofrecer alivio a corto plazo, pone en peligro la estabilidad financiera a largo plazo.
Un modelo de crecimiento insostenible: Estas tendencias no solo reflejan una vulnerabilidad estructural en el sistema económico, sino que también plantean riesgos significativos de colapso financiero si no se adoptan medidas correctivas para equilibrar la carga de la deuda con la capacidad de pago de los hogares.