El Rublo se encuentra en el punto de mira mientras los bancos rusos preparan una petición de rescate ante una crisis de impagos creciente.
1) La banca rusa se tambalea en silencio: Aunque el Banco Central de Rusia mantiene un discurso de estabilidad, la situación real del sistema financiero podría ser muy distinta. Según revelaciones de Bloomberg, varios altos ejecutivos de entidades bancarias reconocen en privado que los niveles de impagos son mucho más altos de lo que reflejan los datos oficiales. Esta disonancia entre cifras y realidad ha llevado a que al menos tres bancos sistémicos del país estén valorando solicitar un rescate en 2026. La preocupación no es menor: estas entidades son tan grandes que un colapso podría contagiar al resto del sistema financiero ruso, como ya ocurrió en 2017 con la quiebra de Otkritie, Promsvyazbank y B&N Bank, cuyo rescate costó más de un billón de rublos.
2) Reuniones secretas y planes de emergencia: Desde finales de junio, los principales bancos del país han mantenido encuentros discretos para estudiar cómo presentar al Banco Central una petición coordinada de ayuda en caso de que los impagos sigan aumentando. El deterioro progresivo de sus balances y la presión del entorno macroeconómico están acelerando los preparativos de este posible plan de rescate. Aunque todavía no hay una solicitud oficial, el simple hecho de que se estén manteniendo estas conversaciones demuestra la urgencia creciente dentro del sector.
3) El impacto de la guerra: inflación, tipos altos y morosidad: El origen de esta nueva crisis está en la prolongación del conflicto bélico. El esfuerzo militar ha provocado una inflación descontrolada, forzando al Banco Central a subir los tipos de interés por encima del 20% para intentar estabilizar la economía. Sin embargo, esta política monetaria restrictiva ha encarecido la financiación tanto para empresas como para particulares, lo que ha disparado la morosidad. Este efecto dominó ha puesto en jaque la calidad crediticia de los balances bancarios, y aunque las cifras oficiales aún no lo reflejan, los banqueros ya están lidiando con una situación que califican de “preocupante y estructural”.
4) Nabiullina entre el discurso oficial y las medidas de contención: La gobernadora del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiullina, ha intentado calmar los mercados afirmando que "el sistema está bien capitalizado". No obstante, las acciones del propio banco desmienten en parte ese mensaje: se ha permitido a las entidades operar con ratios de capital más bajos de forma temporal, una medida de alivio que, en la práctica, admite que existen debilidades relevantes.
5) Sberbank reconoce la dificultad del entorno: Incluso desde Sberbank, el mayor banco del país y controlado por el Estado, su CEO Herman Gref ha reconocido que "no va a ser nada fácil". Aunque mostró confianza en la capacidad del sector para superar la situación, sus palabras reflejan la tensión creciente entre los principales actores financieros rusos.
Análisis del USD/RUB: Entre la estabilidad aparente y el riesgo sistémico
FundamentalEl deterioro de los balances bancarios en Rusia, sumado a una economía bajo presión por el esfuerzo bélico, inflación elevada y tipos de interés por encima del 20%, conforman un cóctel que pone en jaque la estabilidad del rublo. Aunque oficialmente el sistema financiero parece estable, la posibilidad de un rescate bancario en 2026 sugiere una fragilidad estructural que puede terminar reflejándose en el mercado de divisas.
Por ahora, el rublo ha mostrado fortaleza relativa, situándose en los 77-78 RUB por dólar, lejos de los máximos de debilidad registrados tras el inicio de la guerra. Sin embargo, esta aparente estabilidad podría ser temporal si el mercado comienza a descontar un escenario de rescates financieros con impacto fiscal y monetario. Además, el rublo continúa aislado de los mercados internacionales, con una liquidez muy limitada y una volatilidad artificialmente contenida por controles de capital, lo que impide una verdadera valoración de la divisa.
TécnicoEn TradingPRO mantenemos el objetivo bajista que marcamos en el gráfico, dentro del gran módulo que está construyendo el precio.
Autor: Ion Jauregui, analista de ActivTrades