La alianza China-Rusia es uno de los principales riesgos a los que se enfrenta Estados Unidos, por eso, muchos analistas piensan que el acercamiento de Trump con Putin pasa por dinamitar esta relación. Sin embargo, hasta ahora, las palabras de lo líderes rusos y chinos hablando de ambos países son muy amigables.
China y Rusia son “amigos para siempre, nunca enemigos”, afirmó el ministro chino de Asuntos Exteriores de Beijing, Wang Yi, la semana pasada
Es icónico que el presidente, Xi Jinping, se haya reunido con PUTIN más de 40 veces en la última década**. En esa "amistad", ambos han acordado estrechar lazos y cooperar en asuntos como Taiwán, Ucrania y el rival mutuo, Estados Unidos.
El resultado de las relaciones ha quedado plasmado con el histórico acuerdo para el suministro de gas por el Lejano Oriente que regará de energía a toda la región (permitirá aumentar en 10.000 millones de metros cúbicos al año las entregas).
Esta semana vimos de nuevo al presidente Putin dejar un guiño a sus amigos orientales. El proverivo, la verdad que es precioso: