Intel enfrenta nueva crisis bajo presión política

Intel vuelve a estar en el centro de la controversia. El expresidente Donald Trump ha exigido públicamente la renuncia inmediata del actual CEO de la compañía, Lip-Bu Tan, lo que ha provocado una caída del 3 % en el valor de sus acciones antes de la apertura de los mercados.

Lip-Bu Tan, quien asumió el cargo con altas expectativas por su experiencia en el sector tecnológico y de inversión, ahora se encuentra en el ojo del huracán debido a sus supuestos vínculos con entidades chinas, una preocupación especialmente sensible en medio de las tensiones geopolíticas y la guerra tecnológica entre Estados Unidos y China.

Esta no es la primera vez que Intel atraviesa momentos de inestabilidad.

Su anterior director ejecutivo fue criticado por su falta de liderazgo y, en un gesto que muchos consideraron simbólico (y desesperado), llegó a orar públicamente por la recuperación del valor bursátil de la empresa en la red social X (antes Twitter).

La compañía, que alguna vez lideró con comodidad el sector de los semiconductores, ha perdido terreno frente a competidores como AMD, NVIDIA y fabricantes asiáticos como TSMC.

A pesar de los esfuerzos recientes por reposicionarse —incluyendo inversiones en fábricas en Estados Unidos y Europa— Intel sigue luchando por mantenerse relevante en un mercado cada vez más competitivo y politizado.