La guerra comercial de Donald Trump realmente esconde una guerra de divisas. Esto es algo que venimos defendiendo en TradingPRO desde hace semanas. Algunos analistas han llamado a esta agenda: Plan Mar a Lago, una estrategia de EEUU para sostener al dólar como divisa reserva mientras se trata de aislar a China para evitar el potencial cambio de hegemonia.
La situación es la siguiente. Hace tiempo que China dejó de financiar activamente a EEUU. Los dólares que le entran por el superávit comercial los utiliza para invertir en la ruta de la seda, países emergentes y Oro, en vez de en activos denominados en dólares.
Esta dinámica no es una desdolarización completa. El gigante asiático no está aumentando sus tenencias de dólares pero sigue rolleando los bonos que vencen, por lo que mantiene una financiación pasiva. En argot monetario podríamos llamarlo un "tapering".
De hecho, por definición contable, necesariamente lo hace. No es posible mantener un superávit en cuenta corriente sin un déficit equivalente en la cuenta financiera.
Pero el cambio de financiador activo a pasivo es importantísimo. Parte del superávit externo se canaliza ahora hacia nuevas formas de acumulación, como la inversión directa en Hispanoamérica y África, buscando asegurar el acceso a recursos naturales y commodities. Además, se observan otras formas de inversión en las que el oro está cogiendo mucho protagonismo.
Consecuencias:-- Estados Unidos pierde un acreedor fundamental, por lo que necesitará encontrar nuevos financiadores para su deuda. De hecho, tras la crisis del 2008, EEUU reguló a bancos y FMM para que compraran bonos USA, con regulación muy favorable. El Tesoro busca sustituir la caída de acreedores extranjeros con el sector financiero doméstico. .El riesgo es que los agentes financieros no puedan absorver toda la oferta y sea la Reserva Federal, a través de monetización, quien ocupe el lugar. Esto último tendría uno efectos muy inflacionarios.
-- China, por su parte, tiene el riesgo de caer en una "escasez de dólares" y que su tejido empresarial entre en problemas para refinanciar la propia deuda emitida en dólares. Hay alternativas de urgencia para conseguir dólares, como el FIMA repo (facilidad de la FED), pero tiene altos costes. Sin embargo, tiene unos potenciales beneficios que pueden compensar claramente este riesgo. Lo que está haciendo el gigante asiático es invertir en activos reales de cara a liderar el futuro orden monetario, al que Zoltan Pozsar llamó Bretton Woods III.
La guerra de divisas esconde una lucha por el nuevo sistema monetario donde China y Estados Unidos combaten por la hegemonía. Estamos ante momentos históricos que marcarán el próximo gran ciclo de la economía.