El sistema monetario actual tiene como base al dólar y a los treasuries como activos de reserva mundial. Este complejo financiero fue impuesto por Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial, un entramado que obliga al propio EEUU a suministrar dólares al mundo a cambio del privilegio de tener la divisa reserva.
Este sistema se conoce como Eurodollar, sistema que hace al globo dependiente de la divisa verde. Ser moneda reserva implica, automáticamente, tener un suelo en la demanda de USD, pero no un techo.
Para mantener este estatus, EEUU se "comprometió" a tener un déficit comercial estructural para nutrir de activos al mundo. Con ello, Estados Unidos se convirtió en una potencia financiera a cambio de perder poder de fabricación e industria. Este bazooka de dólares emitidos por el desequilibrio comercial de EEUU con el mundo es completado con la creación de dólares offshore. La mayoría de USD (eurodollares) son creados mediante préstamos de bancos extranjeros (Por ejemplo, bancos en Pakistán prestando eurodólares a refinerías de petróleo en Irán para el comercio).
Si EEUU quiere mantener en funcionamiento el sistema monetario global, necesita mantener un desequilibrio comercial crónico, y hacerlo crecer con el tiempo si el mundo sigue creciendo más rápido que Estados Unidos. Esto es lo que se conoce como "dilema de Triffin".
Sin embargo, la administración Trump entiende que el déficit comercial es un problema, no un privilegio. Y es verdad que los déficits tienen riesgo, ya que toda financiación requiere una posterior asignación correcta del capital, sino se puede entrar en una espiral de deuda peligrosa. Como todo, son los excesos los que generan problemas.
Ventajas para EEUU del sistema monetario actual:-- Alta demanda de dólares para financiar consumo e inversión sin riesgos fuertes de inflación.
-- Nueva York como gran plaza financiera del mundo.
-- Carry trade: Los déficits son claros impulsadores de las tendencias en bolsas y bonos USA. Los dólares que EEUU inyecta en el mundo son utilizados por los extranjeros para comprar activos.
-- Dependencia del mundo de tu divisa: Las líneas swap de la FED son clave para negociaciones geopolíticas.
Riesgos para EEUU del sistema monetario actual:-- Pérdida de la base industrial estadounidense y apreciación constante del dólar frente al resto de divisas (desventaja para la exportación).
-- Necesidad crónica de encontrar oportunidades de inversión para asignar correctamente el capital proveniente de la financiación extranjera.
Entendiendo estos pros y contras, Trump considera que un sistema que prioriza un déficit comercial cada vez mayor, a cambio de entradas de capital que enriquecen solo a una parte de la sociedad (WallStreet VS MainStreet), no puede continuar indefinidamente.
Desde mi punto de vista, el presidente tiene, en parte, razón, ya que el dólar está cayendo en "la enfermedad holandesa". Creo que corregir ciertos desequilibrios comerciales sería positivo para EEUU. Sin embargo, no parece ser ese el objetivo del presidente, ya que en varias ocasiones ha hablado desde una visión proteccionista y autárquica, con el reto de eliminar por completo el déficit para no depender de la fabricación de otros países. Esto último es un ataque frontal a la especialización del trabajo, base del crecimiento exponencial que ha experimentado el mundo en las últimas décadas.
Además, Trump ha afirmado que quiere seguir manteniendo el dólar como divisa reserva. Y como decía mi abuela, no se puede tener todo en esta vida. EEUU debe elegir entre el privilegio de ser la potencia financiera del mundo y tener un financiamiento crónico o volver a industrializar el país y ajustar déficits.
Buscar equilibrar ambos mundos es lógico, pero no puedes querer tener ambos privilegios ya que son incompatibles entre sí. Y esto último es lo que no parece entender Trump, quizá por desconocimiento o quizá por soberbia.