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Opinión

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Jose Basagoiti

¿Por qué el sistema monetario basado en deuda es insostenible a largo plazo?

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En agosto de 1971, el presidente Nixon puso fin al patrón oro-dólar, disolviendo el sistema de Bretton Woods, como respuesta a la presión del presidente francés Charles de Gaulle, quien exigió la repatriación del oro francés almacenado en la FED de Nueva York ante las sospechas de que EEUU estaba imprimiendo una gran cantidad de dólares sin respaldo para afrontar los gastos de la guerra de Vietnam.

Tuvo buen ojo De Gaulle, por que efectivamente, Estados Unidos estaba incurriendo en gastos excesivos para poder financiarse y, por tanto, incumpliendo la promesa de respaldar oro con dólares. De esta manera, después de que De Gaulle recuperara su oro y ante la posibilidad de que fuesen más países los que exigieran sus ahorros, Nixon tuvo que abandonar el patrón metálico. Este ha sido el mayor default de la historia de EEUU.**

En paralelo y para no destrozar el valor del la divisa norteamericana, Kissenger y Volcker intentaron vincular el dólar al oro negro, el petróleo, el producto básico mundial más importante, y luego ordenaron a Arabia Saudí e Irán que cuadruplicaran el precio del barril para estabilizarlo. Ese período, de 1973 a 1981, se conoce como el petrodólar. Esto no funcionó porque EEUU no controlaba la totalidad de la producción petrolera, ni la totalidad de Oriente Medio, y quizás lo más importante, el valor y volumen de OIL no es suficiente para financiar la economía global.

"El volumen de comercio de petróleo es insuficiente para respaldar la economía mundial en su totalidad."

Esta es la situación macro actual (2025):

-- PIB mundial: 100T/año.

-- Oro total: 22T.

-- Comercio de petróleo: 5T/año.

A día de hoy, parece claro que ni el oro ni el petróleo, por sí solos, pueden financiar la economía global.

Transición hacia el dinero-deuda

Ante la incapacidad del oro o del petróleo para sostener el sistema financiero global, a partir de 1981-82 se consolidó un nuevo paradigma: la economía basada en deuda. Este sistema se estructuró sobre el crédito masivo a través de:

-- Gasto público: Creció inmensamente el tamaño del Estado.

-- Crédito privado: Tarjetas de crédito, hipotecas, préstamos empresariales, etc.

-- Financialización de la economía: Bonos como activo nuclear en la financiación.

Este sistema es muy próspero a corto plazo y muy peligroso a largo plazo. Al igual que la teoría del ciclo austriaco estudia los diferentes etapas de una economía (Auge o boom artificial y recesión) derivadas de la expansión monetaria, lo mismo podemos aplicar para los ciclos de largo plazo y los cambios de orden monetario.

El sistema de deuda es diferente al dinero fiduciario

1) En el dinero fiduciario, el gobierno imprime dinero, lo que provoca devaluación por inflación. Todos se empobrecen simultáneamente, ya que el dinero pierde valor instantáneamente.

2) En un sistema de deuda, el crecimiento futuro se traslada al presente. Por lo tanto, las generaciones actuales se enriquecen a costa de las futuras. Las futuras generaciones nacen en un mundo lleno de deudas impagables.

De hecho, hoy en día, la mayoría de los jóvenes están endeudados (universidad, vehículos, tarjetas de crédito...) y no pueden permitirse una vivienda, ya que los precios de las casas se han disparado a valoraciones desorbitadas debido a la emisión de deuda de generaciones anteriores.

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Como ven, a partir de los 70, la deuda comenzó a cobrar protagonismo en el proceso de creación de riqueza. Los baby boomers tenían acceso barato a activos reales y financieros y, a medida que la deuda creció (devaluación), los precios de los activos subieron, pero los salarios no (trampa de deuda). La inflación de activos es función de la devaluación (sistema deuda), mientras que los salarios dependen del crecimiento económico.

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Este es un sistema abocado al abismo. De la misma manera, China era muy pobre en 1990, creció enormemente gracias al estímulo del dinero de la deuda (también trabajo duro), pero ya no puede crecer: la deuda y sus intereses son demasiado grandes.

-- Deuda global: $350 trillions

-- PIB mundial: 100T/año

-- Oro total: 22T

-- Comercio de petróleo: 5T/año

-- Renovación de deuda global: 80 trillions al año

En otras palabras, vivimos en una economía de refinanciamiento de la deuda, basada en tasas de interés fijadas por los bancos centrales, en lugar de crecimiento real. Por eso son tan importantes los bancos centrales: fijan las tasas para el siguiente ciclo de deuda.

Históricamente, los sistemas basados en deuda siempre han colapsado cuando se supera la capacidad de pago. Las civilizaciones antiguas, como la sumeria, ya reconocían esta fragilidad, recurriendo periódicamente a jubileos de deuda (cancelación generalizada de obligaciones) para evitar la acumulación excesiva de riqueza en manos de acreedores y prevenir conflictos sociales.

A diferencia del sistema puro de impresión de dinero, el sistema de deuda es eventualmente deflacionario; y termina con la gente no pudiendo pagar sus deudas, lo que luego repercute en toda la economía como un castillo de naipes.

La dinámica deflacionaria de la deuda y el futuro demográfico

Hasta el siglo XX, el crecimiento mundial fue irrisorio. La población humana no creció. Esto se debió principalmente a la escasez de alimentos y recursos. A partir de la revolución industrial, la acumulación de capital y la proliferación del libre mercado, las cosas cambiaron y la población se multiplicó por siete, así como la producción y los estándares de vida. En este entorno, es cuando proliferó el dinero-deuda, como ya hemos explicado. Sin embargo, nada es eterno y actualmente estamos entrando en una nueva era caracterizada por:

-- Tasas de fertilidad globales descendentes (1.5 hijos por mujer y cayendo).

-- Envejecimiento poblacional y reducción de la fuerza laboral.

-- Productividad estancada derivada del crecimiento crónico del Estado (sector público).

En este contexto, el modelo de deuda se vuelve inviable, ya que presupone que las generaciones futuras serán capaces de pagar las deudas emitidas hoy. Una población decreciente y poco productiva implica una base cada vez menor de contribuyentes y consumidores, lo cual mina los fundamentos del sistema.

Ante el colapso de la población, el dinero de la deuda no funciona

Los responsables de la política monetaria y el sistema financiero global ya saben que el sistema actual se encuentra en una fase terminal. Todo esto que estamos analizando en TradingPRO es vox populi en los pasillos de las grandes firmas financieras.

Sin embargo, no parece existir aún un consenso claro sobre qué modelo alternativo podría reemplazar al sistema de dinero basado en deuda, pero las CBDC (impresión pura y dura) o Brettón woods III son las opciones más comentadas.

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